Por: Daniela Zumaeta

Es algo curioso lo que ocurre cuando escuchamos pódcast. Las respuestas fisiológicas de nuestros cuerpos son completamente distintas cuando vemos una película a cuando escuchamos un pódcast. Pero, ¿por qué?

Cuando nuestro cerebro escucha un pódcast, se mantiene entretenido activamente al momento de crear imágenes mientras avanza la historia. Esto pone al oyente en una posición más personal ya que el cerebro lo interpreta como una experiencia suya, y no como una tercera persona, como sucede con las películas.

Por ejemplo, cuando escuchamos algunos pódcast relajantes se estimula el tronco del encéfalo y el tálamo, y como resultado el cerebro libera oxitocina: la tan famosa “hormona del amor”. Esto trae como beneficios la reducción del estrés y la ansiedad. 

También, cuando escuchamos pódcast dedicados más al humor, el lóbulo frontal y la corteza cerebral trabajan en conjunto para desencadenar reacciones como la risa o la sorpresa. Esto reduce los niveles de cortisol, que en otras palabras significa que ayuda a reducir el estrés. 

¿Y qué pasa con los pódcast de thriller o suspenso? Bueno, cuando el cerebro recibe información llena de tensión, a través del bulbo raquídeo, se produce adrenalina, y al mismo tiempo activa la glándula pituitaria encargada de liberar endorfinas. La presencia de estas sustancias químicas en nuestro cerebro genera un efecto contradictorio de miedo y bienestar, lo cual curiosamente hace que se vuelva muy adictivo experimentar esta sensación.

Independientemente del tipo de pódcast que uno escuche, la verdad es que la mayoría de las veces escuchar uno tendrá un impacto positivo.

Solemos hablar mucho de los beneficios de los pódcast en relación a lo que les aporta a las marcas y su importancia como contenido de valor. Sin embargo, es muy fácil omitir, o dar por sentado, los beneficios más personales que se obtienen al escucharlos.

Sintonizar pódcast diariamente puede tener un impacto positivo en el crecimiento personal de uno. Al contar con temas variados es relativamente fácil para una persona ampliar sus conocimientos en temas de interés o aprender algo completamente nuevo. Y en el caso de escuchar entrevistas, los oyentes pueden desarrollar mayor empatía o adquirir nuevas perspectivas. Conocer diferentes realidades, historias personales y casos de éxito puede llegar a ser una puerta para ampliar su panorama, e incluso, servir como inspiración para el futuro.